BARTENDER EFICAZ VS. EL BARTENDER EFICIENTE

Por Juan Febles

“No importa como lo logré, lo importante es que se sacó el trabajo”, “al final lo que importa es que se los costos quedaron bajitos”, “dejamos un buen reguero pero se vendió mucho”, “es cierto, por poco quedamos mal, pero el bar del evento se abrió solo 10 minutos después y el cliente ni lo notó”, “estamos desbaratados, cansados y sin mucho ánimo pero lo logramos y nadie se quedó sin su bebida”.

Estas son algunas de las frases utilizadas por gerentes para justificar a un empleado eficaz que no logró ser eficiente.

La verdad puede parecer exagerada pero lo cierto es que existe una gran diferencia entre un bartender eficiente y uno eficaz. Esa diferencia puede costar miles de dólares mensuales a una operación que se resigna con resultados aceptables y no busca la excelencia.

Bartender Eficaz es aquel que alcanza los resultados esperados de forma satisfactoria independientemente de los recursos utilizados, mientras el Bartender Eficiente logra las mismas metas con la menor cantidad de recursos (dinero, tiempo, esfuerzo).

Veamos un ejemplo que podría ayudarnos a entender la diferencia:

Dos bartenders, uno eficiente (llamado Juan) y otro eficaz (Pedro) ambos tuvieron la tarea de preparar un Cóctel de Bienvenida (Wellcome Drink), en bares diferentes de un mismo hotel, para 200 personas que llegaban a las 12 del medio día.

El eficaz Pedro a sabiendas de que prepararía un coctel a base frutas con una receta que conocía muy bien, solicitó las bebidas, frutas y jugos que necesitaría. Pasó a buscar las frutas a las 11:00am, una hora antes del evento, con prisa y gracias a la ayuda de otro bartender, pudo preparar los cocteles y servir los cocteles a los clientes que llegaron puntuales a las 12. Pedro aunque, sudado y cansado, quedó satisfecho de su trabajo y por cumplir con la tarea asignada.

En el otro bar, el eficiente Juan, al igual que Pedro pidió los ingredientes del coctel al almacén, pero los pasó a buscar a las 9:00am. e inició el proceso de preparación de los galones de cocteles a servir, luego los guardó en el refrigerador para mantener la frescura y bajar la temperatura de la bebida. Inmediatamente pasó a preparar las decoraciones y procedió a guardar y limpiar su área de trabajo, terminando todo a las 10:00 am. Tuvo tiempo para ambientar el bar, refrescarse y estar listo para recibir sin presión a los turistas que llegaban a su bar.

Como podemos ver, ambos bartender ofrecieron el trago de bienvenida a los turistas, ambos cumplieron con la hora pautada y ambos prepararon buenos cocteles.

¿Dónde estuvo la diferencia?

Cuando se observo en detalle la ejecución de ambos bartenders se pudo observar lo siguiente:

El Eficaz Pedro logró la meta pero utilizó más recursos ya que al final de la operación tuvo más desperdicios de productos por la rapidez con que tuvo que preparar las decoraciones y porque tuvo una gran cantidad de derrames. Además se auxilió de otro bartender que tuvo que proceder a ayudar a Pedro para que este pudiera cumplir con la tarea.

El eficiente Juan logró la meta utilizando menos recursos ya pudo hacerlo sin ayuda y aun así terminó menos cansado, además tuvo menos sobrantes ya que pudo elaborar sus cocteles sin premura y utilizando las medidas correctas. Al final su área estaba limpia, sin desperdicios, y con clientes satisfechos con el sabor de la bebida.

En conclusión, la meta de todo bartender debe ser la eficiencia y no conformarse con ser eficaz. Debemos entender que podemos ser eficaces y al mismo tiempo ineficientes. Un bartender que “sobre sirve” con media onza un trago de whisky puede ser que sea eficaz desde el punto de vista del cliente ya que entrego el pedido a tiempo, con cortesía y además le dio un extra. Pero en la realidad está siendo ineficiente para el negocio porque esa mala práctica le puede costar miles de dólares al mes si se hace con frecuencia.

En un próximo artículo les hablaré del costo de la ineficiencia.